El Bálsamo de Tigre, tiene sus orígenes allá por el año 1870 en la antigua Birmania a manos de un herborista llamado Aw Chi Kin, que pertenecía a la corte del Emperador de China.
Usado desde siempre por la Medicina Tradicional China es un bálsamo de hierbas de uso atópico, que entre otros beneficios, alivia los dolores musculares y articulares, eficaz en migrañas y cefaleas, tos o congestión nasal, actúa sobre las picaduras de mosquito y como repelente de los mismos…
Antiguamente se usaba grasa de tigre para su elaboración, de ahí su nombre, en la actualidad al no estar permitido se hace a partir de vaselinas y aceites naturales.
Las principales variedades son el Bálsamo de Tigre Blanco y el Bálsamo de Tigre Rojo, mientras el blanco es refrigerante, el rojo produce un efecto de calentamiento.
Aunque en España también se comercializa, yo me tropecé con esta maravilla de ungüento en mi viaje a Tailandia y desde entonces siempre lo recomiendo a los que me visitan en consulta.
Yo, como tantos terapeutas que conocemos su eficacia, me declaro fan de estos bálsamos y adicta a ellos.
Recién recibí un paquete directo de la India y estoy deseando que en consulta me cuenten lo bien que les van con ellos.